En todo el mundo, es la misma historia con el turismo: los turistas asustados por la amenaza del coronavirus han cancelado o pospuesto sus viajes. Los destinos con exceso de tráfico carecen de visitantes, incluso en países apenas afectados por la crisis.
Este virus ha afectado económicamente a muchos sectores, pero tal vez ninguno como el turismo. La gente está asustada y no están viajando.
Algunos hoteles entienden los temores de los viajeros. Muchos han permitido que las personas cambien sus planes sin costo adicional. Esperan recuperar clientes en el futuro.
Para los locales, este es en cierto modo un momento perfecto para disfrutar de estos increíbles destinos con tranquilidad. Pero para los millones que dependen de los ingresos que traen los turistas, es un desastre, y es poco probable que esto cambie pronto.
A medida que los diagnósticos continúan subiendo, las agencias de viajes, operadores y hoteles se preparan para al menos meses, si no un año completo, por la interrupción económica del brote, con efectos a largo plazo que, según los expertos, pueden llegar hasta 2021.
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