¿Por qué es tan alto el precio de un abogado?

Hay múltiples razones por las cuales el precio de un abogado es tan alto.

Las tarifas de abogados solo van en una de dos direcciones: hacia arriba o hacia los lados, nunca bajan. Incluso cuando hay demasiados abogados y no hay suficiente demanda, los principios básicos de la microeconomía nos dicen que el precio debe caer para restablecer el equilibrio (oferta = demanda). Pero esto no sucede, por lo que terminas con una brecha entre la oferta y la demanda: abogados caros que no hacen nada y los clientes no reciben servicios porque no pueden pagar esas tarifas. Clásica situación de "perder-perder".




Una obsesión con el prestigio y las clasificaciones es un factor importante en este tema. Los abogados tienden a ser personalidades hipercompetitivas. Eso ayuda a ganar casos y negociar acuerdos difíciles. Y las principales firmas de abogados están obsesionadas constantemente con sus respectivas posiciones en el orden jerárquico, incluidas las métricas más comunes (ganancias por socio, ingresos por abogado, crecimiento año tras año), así como factores cualitativos.

Ya sea divorcio, lesiones, bancarrota, negligencia médica, inmigración o algo criminal, los abogados cobran un alto precio porque a ellos mismos se les cobra una tarifa por la presentación a la corte. El campo legal es extremadamente grande y complejo. Muchos abogados se especializan en un área particular.

Un abogado con experiencia puede que tenga un precio más alto que otros. La experiencia cuesta más en cualquier industria. Algunas personas pueden pensar que la experiencia está sobrevalorada, pero puedo decirte que ayuda en lo que sea que estés haciendo.

También, solía haber una clase de empresas regionales medianas con precios bajos y salarios significativamente más bajos que las grandes empresas nacionales. Eso ya no existe, ya que durante los años buenos, muchas de esas firmas se fusionaron con megafirmas como parte de la búsqueda de ganancias cada vez más altas, justificadas por la necesidad de mantener esas ganancias creciendo para atraer o retener a los mejores socios. Todos esos factores contribuyen al por qué los servicios jurídicos son tan caros.